jueves, 23 de abril de 2009

Editorial Nº 2


Nov. 1996

Un paso más para acercarnos a ustedes, es decir, a nosotros mismos. Porque somos un grupo de docentes y alumnos de Grand Bourg que caminan como su gente sus calles de tierra y asfalto, que embarran sus pies los días de lluvia, que transpiran sus camisas, que asumen un compromiso con su espacio barrial. «Con las patas en la fuente» es de algún modo la mezcla de aquellos conceptos sarmientinos, civilización y barbarie. De agua y de barro, de lo claro y lo oscuro, de intelecto y de carencias, de ambas cosas estamos hechos. Por lo tanto nuestra búsqueda persigue como fin interpretar el saber de nuestra comunidad y enriquecerla cultural-mente en una forma simple y sencilla, pero no por eso desprolija y descuidada. Hasta el hombre más modesto merece idéntico respeto que «el señor». No somos una élite ni intelectuales, somos personas que padecen los mismos problemas y males de todos. La verdadera cara de la Argentina es una sola y en cualquier espejo podemos comprobarlo sin que nos engañe; las otras caras no le pertnecen. La corrupción no es patrimonio popular. Por eso, ustedes y nosotros seguimos embarrándonos los pies y, por lo mismo, descansamos nuestro esfuerzo con las patas en la fuente.

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